El reconocido matemático y pionero en el diseño del lenguaje de programación Logo, Seymour Papert, escribió especialmente para Colombia Aprende sobre cómo consumar el matrimonio entre la educación y las Nuevas Tecnologías.
Cuando me invitaron a escribir esta columna, mi reacción inicial fue de puro deleite. Primero, tengo el presentimiento de que Colombia forma parte de un pequeño grupo de países que jugarán un papel clave en el desarrollo de un nuevo orden global del aprendizaje. Un hecho difícil de justificar, no obstante muy real. Siento que se lo debo trasmitir a los educadores colombianos. Segundo, porque en las oportunidades en las que he entablado diálogos con educadores colombianos, siempre he terminado con la sensación de haber recibido tanto como he dado; por lo tanto, espero recibir retroalimentación a estos comentarios. En tercer lugar, la idea de que Colombia tiene un destino especial en el desarrollo de la educación se fundamenta también en lo que conozco acerca de su tradición en innovación educativa.
Al leer las preguntas (¿cuál sería un ambiente ideal de aprendizaje para que los niños puedan aprender de diferentes maneras?; ¿cuál es el papel de la tecnología?; ¿cuáles son las implicaciones para el desarrollo de los maestros?), se me vino a la mente que "la mejor respuesta está allá mismo, en Colombia; Escuela Nueva + tecnología moderna".
Con respecto a este punto, les pido que tomen seriamente, por lo menos como un tema de reflexión, mi opinión sobre Escuela Nueva: si esta metodología hubiera podido empezar con la "tecnología correcta" (la cual, por supuesto, no existía en ese entonces, y todavía hoy difícilmente existe), hubiera sido un éxito increíble a nivel mundial. Tal vez no sea demasiado tarde.
He sugerido que la razón del fracaso de la educación progresiva fue la falta de una infraestructura tecnológica para un genuino y profundo "aprender haciendo". No hubo suficientes áreas de proyectos ricas en aprendizaje, para que los niños entraran en contacto con las ideas poderosas que necesitan aprender. Usar tecnología digital con un espíritu construccionista expande ampliamente el número y la riqueza de tipos de proyectos que los niños pueden hacer y, consecuentemente, se torna más factible la idea del aprendizaje activo. Uno de los papeles que la tecnología digital ha de jugar en la educación es darle una segunda oportunidad a la educación progresiva.
Las siguientes consideraciones alrededor de la tecnología muestran la diferencia entre las dos formas más comunes de aproximarse al tema (1 y 2), y mi idea acerca de Escuela Nueva y la educación progresiva en general (3).
La afirmación según la cual los computadores brindan una infraestructura tecnológica para la educación progresiva es retórica vacía si no tiene una calificación cuantitativa. ¿Cuánto es necesario? He criticado agudamente proyectos bien intencionados -impulsados para proveer "acceso" y "cerrar la brecha digital"- porque es como querer vaciar un océano a cucharadas. A nivel micro estos proyectos pueden ser buenos para un grupo de individuos que le cogen el gusto al uso de internet o photoshop, pero hacen mucho daño a nivel macro, al crear la ilusión de que se está atacando un problema grave.
Con el fin de ponderar estos dos aspectos, introduciré algunos términos para profundizar la distinción micro/macro. Pero primero quiero decir algo sobre mi reciente experiencia a nivel macro.
En los últimos cuatro años me he involucrado en una controversia política por defender el principio, según el cual, todo estudiante del Estado de Maine, debería tener un computador portátil. La pelea ha sido exitosa en el sentido de que el Estado ha comprado un iBook para cada estudiante que cursa el nivel intermedio, que en general cubre los grados séptimo y octavo. Y ahora argumento que esto es lo mínimo aceptable en el nivel de media vocacional.
¿Qué puedo opinar para Colombia? No sería muy útil aconsejar al gobierno que compre un computador para cada estudiante. Sin embargo, lo que es cierto para los estudiantes en Maine, lo es para los estudiantes colombianos. De hecho, es más cierto para Colombia, pues este país podría tener una deficiencia educativa heredada del pasado y una brecha social mayor entre los que "tienen" y los que "no tienen".
Existe un dilema real en la necesidad de reconciliar lo ideal con lo práctico. Ustedes enfrentan este dilema al diseñar una política de educación nacional. El mundo entero lo enfrenta. Globalmente, la cuestión de la educación es cómo reconciliar lo que es factible ahora con lo que sabemos que se debe hacer y lo que lucharemos por conseguir en el futuro. En inglés, me gusta usar un juego de palabras para formularlo: "Reconciling One-day with Mon-day" (**)
No es práctico aconsejar la compra de un computador por estudiante; pero sí es realista y práctico hacerlo parte de una visión hacia el futuro. Esto podría sonarles a retórica vacía. Sin embargo si me toman seriamente, lleva a políticas muy concretas para el presente y a metas graduales y realizables en el futuro. Lo que veo en todo el mundo es que se malgastan valiosos recursos en remendar un sistema que se está convirtiendo en obsoleto. Y aún peor: lleva a capacitar a la próxima generación de profesores para que obstaculicen el progreso.
Para ilustrar lo que quiero decir cuando me refiero a la "visión de un día (one-day)" como guía para lo que tengo que hacer "el lunes (on Monday)", voy a esbozar un programa hipotético de acción para los educadores colombianos. La idea central es que pueden hacer pequeños cambios hoy y mañana, que se constituirán en grandes cambios en la década, lo que requiere un cambio en el criterio de escogencia de las acciones alternativas. Sin la visión, uno podría escoger: A hoy, B mañana y C el día siguiente, porque cada una por sí misma parece ser adecuada para el aprendizaje, pero en conjunto no constituyen algo coherente. Con una visión de hacia dónde se va, se pueden tomar decisiones consistentes, que se acumularán a largo plazo en un todo que es mucho mayor que sus partes.
Un ejemplo, central en este programa, es la idea de que para que ocurra un cambio grande en la educación, los profesores tienen que aprender nuevas habilidades y nuevos conceptos. Pero no podemos sacarlos de las escuelas para que ellos aprendan. En cambio, vamos a diseñar un currículo, de tal manera que el profesor aprenda ideas nuevas en el proceso de enseñarlas. Ahora bien, los resultados inmediatos de este currículo en la calidad del aprendizaje de los estudiantes, tal vez no sean excepcionales. Pero en el largo plazo pueden ser dramáticos a medida que, con el transcurso de los años, los maestros van aprendiendo.
Enseguida presento cómo podría materializarse este Programa para los educadores colombianos, y otras reflexiones sobre la temática.
Programa hipotético para dar luces a los educadores en Colombia:
Las personas y otras criaturas vivientes no son las únicas entidades que aprenden; también lo pueden hacer estados y organizaciones, incluyendo escuelas y, tal vez, toda la raza humana.
En este contexto, quiero precisar dos conceptos: Microeducología y Macroeducología. Es necesario pensar acciones educativas en estos dos niveles. Simplificando, uno podría decir que la microeducología se ocupa de cómo los individuos aprenden y cómo funcionan las escuelas; y la macroeducología, acerca del ambiente de aprendizaje en el cual existen las escuelas.
En nuestro grupo de MIT, Futuro del aprendizaje, nos estamos moviendo en dos nuevas direcciones. En la teorética hacemos una diferenciación más fuerte entre teorías específicas de microeducología y el fenómeno de la macroeducología. En la segunda, la aplicada, prestamos mucha más atención al desarrollo de nuevos contenidos. La mayoría de los escritos sobre cómo las escuelas deberían aprender, así como los que se refieren a la utilización de los computadores, se enfocan en cómo enseñar y cómo los estudiantes aprenden. Sin embargo para nosotros el punto es cambiar qué se enseña y qué se aprende.
(*) Matemático, es uno de los pioneros en inteligencia artificial, conocido internacionalmente por sus trabajos acerca de cómo los computadores pueden cambiar el aprendizaje. Nacido y educado en Sudáfrica, en donde participó activamente en contra del apartheid, Papert realizó investigaciones en la Universidad de Cambridge y trabajó con Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Fue esta colaboración la que lo condujo a considerar el uso de las matemáticas para la comprensión de cómo los niños pueden aprender y pensar. Fundó con Marvin Minsky el Laboratorio de Inteligencia Artifical de MIT. Entre sus obras están: Mindstorms: Children Computers and Powerful Ideas, The Children's Machine: Rethinking School in the Age of the Computer y The Connected Family: bridging the digital generation gap. Un sitio que el profesor y sus amigos crearon para los niños y sus padres es MaMaMedia.com; también puede visitar 21st-Century Learning para explorar la convergencia entre muchachos, tecnología y aprendizaje, y www.papert.org.
(**) Reconciliar un-día -one day- con un día preciso -Mon day-, lunes, el primer día de la semana).