La escritura es una de las invenciones más importantes que haya concebido la inteligencia del hombre. Por medio de ella hemos podido recoger la experiencia de los siglos para transmitir nuevas ideas, conquistas y aspiraciones a las generaciones futuras.
Situados en el campo de las técnicas, nos permite transitar por los caminos de la ciencia y la tecnología, en el mundo que no tiene lindes. En la escritura se deben distinguir, además de las formas que apuntan al aspecto caligráfico, las diferentes estructuras de la expresión, porque ella es un valioso instrumento de comunicación.
Ejercicios claros y concisos para la enseñanza rápida de la escritura corriente y se destina a todas aquellas personas que deseen adquirir una buena letra cursiva. Las lecciones que contiene no son meros experimentos pues ya han servido de guia y pauta a millones de adultos de ambos sexos en la enseñanza de la caligrafia moderna.
El Método Palmer, según se observar a primera vista, nada tiene de común con los cuadernos de escritura que han venido empleándose hace más de medio siglo en las escuelas públicas de primera enseñanza. Si acaso aquel sistema era acertado, fuerza será convenir en que el método que ahora ofrecemos es inadecuado, pues ambos son diametralmente opuestos. El resultado final es a la postre lo que determina la bondad de todo método de enseñanza, ya se trate de caligrafia o de otra materia cualquiera. Los discipulos que siguen al pie de la letra el Método Palmer jamás dejan de adquirir una buena letra. Por otra parte, nadie ha podido aprender a escribir de una manera fácil, cursiva, rápida y legible valiéndose de los cuadernos de escritura publicados a la fecha.
El cuaderno de escritura no enseña sino la precisión mecánica de los caracteres. El modelo es generalmente delineado con esmero por un consumado calígrafo de acuerdo con determinado estilo de letra y no revela en absoluto la indívidualidad de quien lo traza.
El método Palmer de caligrafía es un sistema de escritura basado en una serie de ejercicios repetitivos prácticos y fáciles de hacer, los cuales tienen como objetivo que el practicante acabe por adquirir cierta espontaneidad o soltura en los rasgos gráficos que ejecuta al escribir.
El Método Palmer cultiva ante todo la soltura de movimientos musculares de la mano. Con este sistema de escritura y a medida que van ejecutando los diversos ejercicios, siguiendo rigurosamente las instrucciones del mismo, la caligrafía poco a poco irá adquiriendo mayor elegancia y corrección, dando como resultado final el que se traduce en una letra clara, legible, fluida y rápida, es decir, un tipo de letra que reúne las condiciones básicas fundamentales de toda escritura cursiva.
Obliga al estudiante a formar las letras con una torpeza de movimientos que si bien permite alcanzar cierto grado de exactitud al escribir despacio, convierte en cambio la escritura en verdaderos garabatos cuando se trata de trabajar un poco más aprisa. Por medio de una serie de rápidos ejercicios constantemente repetida, el discípulo acaba por adquirir cierta espontaneidad en los rasgos gráficos que ejecuta de una manera virtualmente inconsciente. Con este método es claro que los primeros ensayos del discípulo resultan algo toscos, pero, a medida que va ejecutando los diversos ejercicios de riguroso acuerdo con las instrucciones, sus trabajos van adquiriendo mayor elegancia y corrección, y el resultado final se traduce en una letra clara, rápida, fácil y descansada, es decir, una letra que reúne las cuatro condiciones fundamentales de la escritura cursiva.
Por lo general, los ejercicios y modelos de éste método son realizados a pluma, con rápido y fácil movimiento muscular del brazo. Esto acompañado igualmente de una correcta posición al estar sentado.
El invertir tiempo a la escritura a mano (tal vez el equivalente a diez o quince minutos diarios) pueden ser beneficioso para prevenir problemas posteriores de escritura, incluyendo las dificultades de composición de nivel superior.