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Los hábitos de higiene personal son esenciales para adultos y niños, ya que es un tema que involucra la salud. Está comprobado que las pequeñas acciones que constituyen la higiene personal previenen enfermedades causadas por virus y bacterias. De esta manera, el riesgo de contraer enfermedades disminuye.
Un hábito se adquiere con el tiempo. Para que una acción se convierta en un hábito, debe repetirse muchas veces. Solo entonces entrará en tu rutina. Por lo tanto, es esencial que los niños aprendan hábitos de higiene personal desde una edad temprana. Si un niño se acostumbra a estas prácticas, esta costumbre se mantendrá durante toda su vida.
Higiene personal significa las acciones con las que una persona cuida su limpieza y apariencia. El objetivo es, por un lado, evitar contraer enfermedades y, por otro, tener una convivencia armoniosa en la sociedad. Cuidar de su propia higiene es responsabilidad de todos. Por esta razón, el ambiente familiar es el primer lugar donde un niño aprende a cuidar su higiene.
La atención al desarrollo de hábitos de higiene personal desde la infancia es primeramente responsabilidad de los padres.
Con prácticas y ejemplos diarios, padres y maestros deben enseñar a los niños cómo limpiar las partes del cuerpo. Esos momentos dedicados a los hábitos de higiene personal deben ser placenteros, para que el niño disfrute haciéndolos. Los padres a menudo presentan varias estrategias para hacer que estos momentos sean divertidos.
Las escuelas también contribuyen a la formación de estos hábitos. De esta manera, la escuela y la familia se unen en esta causa común. El hecho de que sean estimulados en estos contextos de sus vidas hace que los niños presten más atención a los hábitos de higiene personal.
En la escuela podemos trabajar con los niños para internalizar estos hábitos básicos de higiene personal de manera teórica por ejemplo con estas hojas de trabajo . Puedes descargarlas para su computadora e imprimir las fichas de forma gratuita, pero no redestribuirlas, o subirlas a redes sociales. Utiliza la clave neoparaiso.com para abrirlas.
Al igual que los adultos, los niños necesitan desarrollar estrategias para controlar sus emociones, para que puedan desarrollar habilidades socioemocionales. Cuando los niños son más conscientes y capaces social y emocionalmente, pueden navegar más efectivamente las relaciones, calmarse y resolver problemas cuando surgen desafíos.
Pero a diferencia de muchos adultos, puede ser difícil para los niños reconocer y comprender sus propias emociones y en los demás sin el apoyo de los adultos. El proceso de calmarse cuando están molestos y usar palabras para describir sentimientos y abordar desafíos requiere mucha práctica. Cuando los adultos brindan apoyo y explicaciones, ayuda a los niños a comprender lo que pueden hacer para controlar sus sentimientos. Los niños que aprenden a comprender las emociones en sí mismos y en los demás están en mejores condiciones para regular sus propias respuestas a las emociones fuertes.
Ayudar a los niños a identificar y etiquetar las emociones es un primer paso importante. Muchos preescolares aún no tienen el vocabulario para identificar palabras sentimentales como enojado o frustrado, o no tienen la habilidad de "leer" señales faciales o interpretar el lenguaje corporal. Los adultos podemos apoyar el desarrollo socioemocional de los niños cuando etiquetan y hablan sobre las emociones. La segunda parte de este rescurso contiene hojas de trabajo que facilitan este diálogo.