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Una de las mejores cosas de los libros es ver a los niños formar relaciones entre lo que leen y lo que experimentan. Adoptar la diversidad, la inclusión, la aceptación y la valentía es realmente importante para los niños pequeños. Y los libros pueden ayudarlos a llegar allí. Así nos anima Molly Wigand, autora del libro Cuando tengo Miedo, para enfrentar los miedos de los niños:
El miedo y la preocupación han estado siempre presentes en la vida de toda persona. En nuestra infancia, todos experimentamos miedo. Nos ímaginábamos fuerzas o seres extraños en la noche. Nos preguntábamos acerca de la muerte, la nuestra y la de nuestros seres queridos. Algunos teníamos miedo de los perros, otros de los desagúes o de la aspiradora. Miedos que, aunque para los mayores son ridículos, para nosotros eran reales. Los miedos de nuestra infancia pueden parecer nimiedades si los comparamos con las realidades que experimentan los niños de ahora. Sin embargo, las necesidades emocionales siguen siendo las mismas.
Los niños necesitan expresar sus ansiedades y que sus padres, profesores y amigos las tengan en cuenta. Los niños necesitan valor para examinar sus propios temores y habilidad para hacer frente al estrés cotidiano. Para todo esto, como para muchas otras cosas, es necesario que los adultos les enseñen el camino. Los mayores tenemos la responsabilidad de proporcionar a los niños las herramientas psicológicas y espirituales necesarias para que encuentren un refugio seguro en medio de un mundo incierto. Con palabras y ejemplos, hemos de compartir con nuestros pequeños el valor de la comunicación, el consuelo amoroso y la fe.
Nuestro cometido como padres y educadores es el de enseñar a los niños a transformar sus temores y preocupaciones en confianza y optimismo. Animando a los pequeños a expresar sus temores y guiándoles en las dudas de una etapa tan complicada, les ayudamos a encontrar mayor seguridad en Sí mismos. Debemos dar a los niños la oportunidad de experimentar su mundo como un lugar amigable en el que aprender y crecer.
Que este libro les anime y les de valentía para vencer sus temores.
La educación de un niño comienza en casa. Desde lo que ven y oyen en su hogar, hasta las lecciones que sus padres les enseñan, hasta los libros que sus padres les leen. Todos empezamos a enseñarle a nuestros hijos lecciones aun antes de que nos demos cuenta de que son lecciones. Cosas importantes como la aceptación, la diversidad, el amor, la amistad, la amabilidad, el valor y la inclusión, todas son semillas plantadas a una edad temprana.