"Franklin va a la escuela" es un encantador cuento que narra la historia de Franklin, una pequeña tortuga que se enfrenta al emocionante y a veces abrumador desafío de ir a la escuela por primera vez. Escrito por Pulette Bourgeois e ilustrado por Brenda Clark, este cuento capta perfectamente las emociones y preocupaciones que cualquier niño puede experimentar antes de su primer día de escuela.
Desde el principio, el lector se sumerge en el mundo de Franklin mientras se prepara con entusiasmo para su primer día de escuela. Se nos presenta a un personaje encantador y muy capaz, que puede hacer muchas cosas por sí mismo, como contar de dos en dos y amarrarse los zapatos. Sin embargo, a pesar de sus habilidades, Franklin está lleno de ansiedad ante la idea de ir a la escuela.
El autor hace un excelente trabajo al describir las emociones de Franklin y cómo se manifiestan físicamente en su estómago. La historia muestra cómo los padres de Franklin lo apoyan y lo alientan a pesar de su preocupación. La mamá de Franklin comparte su propia experiencia de haber sentido lo mismo en su primer día de escuela, lo que hace que Franklin se sienta comprendido y reconfortado.
La narrativa evoluciona con fluidez a medida que Franklin se enfrenta a sus miedos y dudas, finalmente subiéndose al autobús escolar y enfrentando el día en la escuela. El personaje del profesor Búho es amigable y acogedor, brindándole a Franklin la confianza que necesita para disfrutar de su primer día.
La historia culmina con Franklin regresando a casa con una sensación de logro y felicidad. La metáfora de su estómago "vacío" en lugar de lleno de "ranas saltarinas" muestra cómo sus preocupaciones iniciales se han disipado y cómo ha disfrutado de su experiencia en la escuela.
"Franklin va a la escuela" es un cuento que transmite un mensaje reconfortante y positivo sobre enfrentar nuevos desafíos y superar los miedos. Es una historia que puede resonar con niños que están a punto de comenzar la escuela y sus padres, ya que aborda las ansiedades comunes que rodean este importante hito en la vida de un niño. Con ilustraciones encantadoras y un relato emotivo, este cuento es una lectura perfecta para compartir en familia y fomenta conversaciones sobre la superación de obstáculos y la importancia del apoyo familiar.
Como a cualquier niño, el primer día de escuela pone a Franklin muy nervioso. Cuando llega a la parada del autobús, ve que muchos de sus amigos ya saben leer, o contar, o que tienen un hermano mayor para acompañarlos. Pronto se dará cuenta de que la escuela es muy diferente de lo que esperaba.
Este cuento es ideal para las niñas y niños que están por ingresar al jardín de niños porque explora las emociones y las dificultades que experimentan los estudiantes los primeros días, desde la emoción hasta el miedo y todo lo que se encuentra en el medio.