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En general se suele pronunciar incorrectamente las palabras debido a los cambios de algunas letras o alteración en el orden de las sílabas. Ocurren por:
Otras complicaciones residen en las combinaciones que se producen: cuantas más consonantes seguidas, más difícil nos resultará la palabra.
El lenguaje puede concebirse como un instrumento de comunicación. Si estamos de acuerdo en ello, entonces admitiremos que el lenguaje es susceptible de usarse con mayor o menor habilidad, con mayor o menor eficacia. Por consiguiente, también reconoceremos que es posible cometer errores cuando se maneja ese instrumento.
Las faltas de lenguaje son los errores que se cometen al emplear una lengua. Sin embargo, hay que advertir que, por lo común, cuando se habla de “errores”, “faltas” o “incorrecciones”, se usa el criterio tradicional normativo, es decir, la adecuación a la lengua culta, y especialmente, a la lengua escrita. Por tanto, lo que es falta en una variedad o nivel de la lengua puede no serlo en otra (p. ej., en una variedad regional, o en el nivel coloquial). Asimismo, lo que fue falta en lo pasado puede no serlo hoy, y actualmente se tienen por incorrectas palabras o construcciones que quizás se consideren correctas en lo futuro.
Los vicios de dicción o de palabra aquellas formas incorrectas de empleo de palabras que pueden generar confusiones.
Pronunciar mal ciertas palabras por cambio de letras (agregados, supresiones, cambios de orden) o de acentuación. A veces, además de pronunciarse mal una palabra se la escribe mal. Por ejemplo: diabetis (lo correcto es: diabetes).
Usar palabras de otras lenguas cuando existen equivalentes en español. Por ejemplo: guevo, fuistes. (lo correcto es: huevo, fuiste)
Dar lugar a anfibología, es decir, a que existan interpretaciones variables de lo expresado. Por ejemplo, la inadecuada ubicación de los adjetivos dentro de sintagmas nominales complejos, falta de concordancia, la alteración del orden de los pronombres, la alteración del orden lógico de la oración, la inadecuada utilización de preposiciones o adverbios, etc. Por ejemplo: No me lo recuerdo (lo correcto es: no lo recuerdo)
Utilizar palabras antiguas, que ya cayeron en desuso. Por ejemplo: cuasi, empero, agora.
Suprimir o agregar innecesariamente la preposición “de” delante de la conjunción “que”. Por ejemplo: Me alegro que estés bien. (lo correcto es: me alegro de que estés bien)
Generar disonancias durante la pronunciación por causa de sílabas semejantes o idénticas. Por ejemplo: Parece que aparece.
La dicción es la manera de como locutamos un texto o como nos expresamos cuando hablamos, «decir que se tiene buena o mala dicción» contribuye al hecho de pronunciar las palabras de manera correcta o incorrecta.
En cambio la articulación en la locución o el lenguaje hablado es una técnica, según la RAE: Es, por tanto, la producción física de una vocal o consonante. Lo que quiere decir que al momento de ir pronunciando las palabras nuestros organos vocales van trabajando, labios, lengua y gestos faciales, nosotros deberíamos hacer que esto se haga correctamente, dibujar cada letra o consonante correctamente.
Estas tarjetas con palabras trabadas contienen palabras representativas de cada tipo de falta de lenguaje considerándose estas las palabras con los que los niños más se traban y se les dificulta. Muchos adultos todavían tienen problemas con ellas y son frecuentes en conversaciones cotidianas aun sin que ninguno de los interlocutores sepan que están erradas.