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¿Te has preguntado alguna vez por qué ponemos tanto énfasis en la enseñanza de los colores y las formas en la etapa preescolar y los primeros años de escuela? Es decir, ¿por qué poner tanto énfasis en los colores y las formas en lugar de en las letras y los números?
La mayoría de los niños empiezan a distinguir e identificar los colores y las formas entre los 18 y los 36 meses. Esto marca un hito crucial en el desarrollo, ya que los colores y las formas son formas clave para describir y categorizar nuestro mundo.
Aprendizaje de los colores, sus mezclas y combinaciones
En general, los niños empiezan a aprender los colores entre los 2 y los 3 años. Al principio, se centrarán en los colores primarios (rojo, verde, azul y amarillo). Una vez que estos colores básicos sean fáciles de identificar, se introducirán gradualmente otros colores. Para algunos niños, aprender a nombrar los colores puede ser todo un reto. El concepto de los colores sigue siendo abstracto y esto eleva el nivel de dificultad. Las siguientes pautas le ayudarán a saber qué esperar:
¿Por qué el primer grado es el momento perfecto para aprender a mezclar colores?
En el vibrante mundo de la educación infantil, hay un momento mágico cuando los niños captan por primera vez el concepto de mezcla de colores. Es una etapa fundamental en su viaje artístico, que enciende la curiosidad y genera creatividad que los acompañará durante toda su vida. Por eso, en nuestro plan de estudios de primer grado, adoptamos esta encantadora exploración del color.
Hemos creado una serie de hojas de trabajo que invitan a los estudiantes a adentrarse en el fascinante mundo de la mezcla de colores. Estas hojas de trabajo presentan divertidas ilustraciones de cubos de pintura, cada uno de los cuales rebosa de un color: rojo, azul o amarillo, negro, blanco, ...
Es durante esta etapa es cuando los niños comienzan a captar conceptos fundamentales de manera más concreta. Al introducir la mezcla de colores a esta edad, les brindamos una base sólida para comprender cómo los colores interactúan y se mezclan para crear nuevos tonos.
A través de la experimentación y el juego, aprenden a combinar colores y observan las fascinantes transformaciones que ocurren ante sus ojos.
Cada hoja de trabajo presenta a los estudiantes un conjunto de cubos de pintura de colores, con la consigna de que coloreen los cubos originales o pinten la mezcla resultante. Este enfoque práctico permite que los niños interactúen activamente con el material, reforzando su comprensión de la teoría del color de una manera divertida e interactiva.
Mientras sumergen sus pinceles en el mundo de la mezcla de colores, los estudiantes se embarcan en un viaje de descubrimiento. Aprenden que el rojo y el azul se mezclan para crear el morado, mientras que el azul y el amarillo se entrelazan para formar el verde. Con cada pincelada, son testigos de cómo se desarrolla la magia de la transformación del color, lo que despierta su curiosidad y alimenta su imaginación.
A través de estas hojas de trabajo , nuestro objetivo es cultivar un amor por el aprendizaje para toda la vida y un profundo aprecio por la belleza de los colores. Al aceptar la maravilla de la mezcla de colores en primer grado, capacitamos a nuestros estudiantes para que vean el mundo a través de un caleidoscopio de posibilidades, donde cada tono cuenta una historia que espera ser explorada.